Bello ejemplar de esbelta figura y robusta construcción sobre el río Irati, se ve aligerado por cuatro arcos semicirculares. Su pavimento se dispone en dos planos inclinados que se unen en el vértice central. Sus pilares han resistido ocho siglos el empuje de caudalosas aguas y en la última centuria, los imponentes golpes de las maderas que trasportaba el río en las crecidas pantanadas.
«Ha sido testigo durante varios siglos de la llegada de maderos sueltos a las aguas ya remansadas donde los almadieros se daban arduamente a la labor de atar los troncos de cada tramo…»